Importar mercancías puede ser una gran oportunidad para hacer crecer tu negocio, pero también puede volverse una fuente de pérdidas si no conoces bien el proceso. Muchos emprendedores y empresas cometen errores que terminan costando tiempo, dinero y reputación.
A continuación, te compartimos los errores más comunes al importar mercancía a México y cómo evitarlos con una estrategia adecuada y el apoyo de expertos en comercio exterior.
La fracción arancelaria es el código que determina qué impuestos vas a pagar, qué permisos necesitas y si aplicas a beneficios por tratados internacionales.
¿Qué pasa si te equivocas?
¿Cómo evitarlo?
Consulta a un especialista en comercio exterior o a tu agente aduanal antes de hacer el pedido. Una mala clasificación puede costarte mucho más que una asesoría bien hecha.
Muchas mercancías requieren permisos especiales, cumplimiento de normas oficiales mexicanas (NOMs) o certificados sanitarios, eléctricos, etc.
Consecuencias:
Solución:
Antes de importar, asegúrate de saber si el producto necesita autorización previa. Consulta el Anexo 2.4.1 del DOF o asesórate con un consultor especializado.
Muchas empresas se enfocan solo en el precio del proveedor… y olvidan:
Resultado:
Tus márgenes se reducen o incluso pierdes dinero sin notarlo.
Cómo evitarlo:
Haz una cotización completa con costo total de importación antes de cerrar la compra. Un especialista en logística o comercio exterior puede ayudarte a armarla.
Un mal proveedor puede arruinar toda la operación: retrasos, mala comunicación, errores en documentación y costos ocultos.
Cómo evitarlo:
Importar no es inmediato. Muchos olvidan tomar en cuenta:
Consecuencia:
No cumples entregas a tus clientes, pierdes ventas o generas sobrecostos por urgencia.
Solución:
Planea con al menos 4 a 6 semanas de anticipación y mantén comunicación constante con tu proveedor y tu agente logístico.
Importar puede ser una ventaja competitiva enorme… si lo haces con conocimiento y planeación. Evitar estos errores comunes puede ahorrarte miles de pesos y dolores de cabeza. La mejor inversión que puedes hacer es informarte o apoyarte de una consultoría en comercio exterior, especialmente si estás empezando o quieres escalar tus importaciones.
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